14.6.07

El poder de tu voz (Esta mañana me he levantado...)

Una excepcional campaña de Amnistía Internacional:

13.6.07

¿Soñaré, Dave? (A veces pasan cosas)

Inteligencia Artificial. El sueño de crear máquinas que piensen como humanos. Algunos pronostican que eso ocurrirá antes de cincuenta años, y otros sugieren que es un problema estructural e imposible de resolver matemáticamente con las arquitecturas de hoy en día. Pero unos y otros sueñan con el momento en el que una máquina cobre autoconsciencia y sea capaz de llevar a cabo inteligentemente todos esos trabajos de nuestra vida cotidiana que no queremos hacer. Todos esos trabajos, en definitiva.

Pero toda esa gente se olvida de algo esencial: si conseguimos una inteligencia que piense como nosotros, ella tampoco querrá trabajar. Quizá piense en implementar un sistema inteligente que trabaje por ella. Pero, si lo logra, tampoco querrá trabajar. Y así, sucesivamente...

¿Para qué queremos una inteligencia artificial que sea comparable a la nuestra? ¡Si no paramos de equivocarnos y meter la pata! Pero si hacemos una que sea menor, será demasiado tonta. Y, si conseguimos una que se a mayor... entonces apostaría a que nosotros terminamos trabajando para ella.

En fin, que me voy a dormir. ¿Soñaré? ¿Con búhos eléctricos?

9.6.07

Tolonterías hijo, tolonterías (Esta mañana me he levantado...)

Trobades de bandes locals de música a la Plana Baixa (Encuentros de bandas locales de música en la Plana Baja). Podría sonar divertido, y de hecho suele ser fantástico reencontrarte con gentuza que has ido conociendo a lo largo de tu vida en las muchas asignaturas musicales que has cursado. O gente con la que has compartido algún rato de charanga por algún pueblo perdido de esta u otra provincia.

Lo mismo tiene. El caso es que, a diferencia de otras comarcas (incluso vecinas), aquí parece que nos lo montamos de pena. Las bandas no recibimos incentivos suficientes para acudir a estos actos (habida cuenta de que los músicos locales no suelen ser profesionales, lo hacen por amor al arte dejando en muchas ocasiones tiempo de ocio, familia y/o trabajo para acudir a ensayos y actos). Todo el embolado se orquesta (nunca mejor dicho) alrededor de algún político de turno que quiere hacerse la foto, y que aprovecha para soltar un discurso al que (¡por favor! ¿realmente NO se han dado cuenta aún?) ninguno de los asistentes atiende. Eso en el supuesto de que el equipo de megafonía sea suficientemente bueno como para que de verdad se entienda algo de lo que dice.

Pero da igual. En otros lugares, a las bandas asistentes regalan instrumentos (aunque sean de bajo coste y dudosa calidad) para quien lo necesite o los educandos. O reciben subvenciones bastante decentes. Aquí tienes suerte si te puedes marchar con un bocadillo, mientras miras el fiscorno de cuarta mano, a punto de desvencijarse, que llevas tocando como diez años (y ya era de cuarta mano cuando se lo regalaron a la banda) y está más sordo que un gato de escayola (son sordos además de ciegos, los pobres). Normal que pocas bandas acudan (y las que acuden, acuden a medias, con el sentimiento de estar haciendo el tonto). Algún año hemos tenido que hacer una banda entre tres restos de ellas para poder tener "casi" todos los instrumentos necesarios.

En fin... el amor al arte está bien, pero no repara los instrumentos.

Lalala(la, esta última dicha una tercera mayor descendente)

4.6.07

Los libros y yo (A veces pasan cosas)

He visto esta entrada de Naturaleza Urbana y no me he podido contener. Mi relación con los libros es demasiado profunda como para denegarles una entrada-homenaje, así que casi que voy a recoger punto por punto lo que comentaban en la otra entrada, y lo voy a adaptar a mi propia situación:

No sólo presto mis libros, sino que olvido a quién. He perdido algunos libros de esta forma tan tonta. Pero como no recuerdo cuáles, tampoco tengo un sentimiento de pérdida importante.

A veces doblo (y varias veces) las esquinas de las hojas para usarlo como marcapáginas. Y me encantaría tener siempre un subrayador a mano para quedarme con las frases que más me gustan, pero nunca tengo la memoria ni el valor suficiente... Pero me gusta ver lo que otros sí han anotado en otros libros.

No llevo ningún orden en ellos, más que el puramente cronológico (ahora con el retraso que llevo, los más antiguos por leer son los de más abajo de La Pila™). En ocasiones, si me dejan alguno "de urgencia", lo priorizo. Y me resulta imposible releerlos (a menos que no recuerde haberlos leído antes); tengo una extraña sensación de "aún hay demasiados libros por leer como para usar tu tiempo repitiendo títulos".

Me dan mucha rabia los libros con contraportadas de papel que se me acaban rompiendo, pero a la vez me encanta ver qué llevan debajo, en las tapas duras.

Ante un best seller y un clásico, me quedo con los dos (si llevo suficiente dinero encima). La sección de libros es la más dolorosa para mí, y trato de evitarla en la medida de lo posible.

Si hay una película y un "libro de la película", suelo pasar del libro de la película. Si hay un libro y una "película del libro", suelo devorar ambas cosas (y, por lo general, salir despagado de la película).

No le hago ascos a nada: novelas, poesía, teatro, ensayo... todo lo que cae en mis manos lo leo, incluso la publicidad y el contenido de los botes de champú (sobre todo, eso) ;)

Son pocos los libros que se me han resistido. Si no me dicen nada, no siento reparos en dejarlo. Pero si es de los que "hay que leer" (como Los Pilares de la Tierra, por ejemplo, el único que se me resiste de esta categoría), lo dejo aparcado para otro momento. Algunos libros tienen un momento para ser leídos, así que supongo que aún no ha llegado el suyo.

No tengo suficiente memoria para tener listas negras de autores. Pero sí tengo listas blancas, y me pone muy contento reconocer, a mitad de un libro, que éste era de ese autor que tanto me gustó en aquél otro libro.

Me gusta tener libros firmados por autores que conozco. Aunque sus firmas suelen ser ilegibles. Menos mal que los procesadores de texto tienen buenas tipografías...

Al igual que la autora a la que estoy plagiando, soy capaz de perder la noción del tiempo leyendo. Mi récord son 12 horas leyendo (Fundación y Tierra) sin más de media hora de interrupciones en total (ir al baño, comer y cenar), y al terminar entrarme un bajón tremendo por lo bonito y a la vez triste de esa historia. Ains...

Muchas veces mis padres han pasado por delante de mi habitación a la 1, las 2, las 4, las 6 de la mañana, y me han preguntado si no podría dejar el libro para el día siguiente (Caballo de Troya, por ejemplo). La verdad es que no, no podía. El sueño desaparece y sólo existe el "faltan X páginas para el final. Sigue, sigue, sigue".

Soy capaz de leer de pie, acostado, tumbado, sentado y caminando. Ahora sólo me falta ser capaz de repeler los obstáculos. Entiendo perfectamente a Turing, pero al menos un servidor se deja los libros a la hora de conducir...

Me gusta desternillarme de risa con obras de teatro pensadas para ser puestas en escena por niños de colegio. Las hay tremendamente divertidas.

En la poesía, me pueden los poemas con estructura cíclica y los que huyen de la literariedad, con un sentido desenfadado y casi tosco de la vida. Por ejemplo, Benedetti. Un, dos tres, responda otra vez.

Podría tener empezados varios libros a la vez, pero me siento incapaz de hacerlo. Para mí, sería como estar saliendo con dos chicas a la vez, o algo así. Necesito prestarle toda la atención posible al libro que tenga entre manos. Y como leo rápido, pues el otro tampoco tendrá que esperar mucho...

De todas formas, también coincido en que ahora es un poco más difícil, pero solía terminar los libros en un sólo día o dos como mucho, o incluso algunas horas. Mi ritmo de lectura es de unas 60 páginas por hora.

Aprendí a leer solo. La profesora de párvulos les preguntó a mis padres si me estaban enseñando a leer ellos, porque iba muy avanzado en eso en clase. Pero yo me encerraba por las noches, sacaba la cartilla y me enfrascaba con las aventuras de Micho.

Ale, creo que ya me he quedado a gusto. ¡Siguiente!

2.6.07

¿Venequé? (Esta mañana me he levantado...)

Es entre curioso e indignante que me tenga que enterar por un foro de 3D de la triste realidad que se está viviendo en Venezuela estos días. Los medios de comunicación apenas tocan de pasada, cuando lo hacen, la trágica situación en la que se ven metidos los estudiantes universitarios del país que disienten con el régimen de Chávez, y de las represalias de éste contra sus protestas.

Ahí va una tanda de vídeos para los que, al menos, quieran saber de qué va el asunto antes de decidir que piensan ignorarlo:

http://www.youtube.com/watch?v=kU6j9XRdLn4
http://www.youtube.com/watch?v=2sIkM22Wuu4
http://www.youtube.com/watch?v=8dun6H0U7Fg
http://www.youtube.com/watch?v=yp5LLcMf2vg
http://www.youtube.com/watch?v=bkUd3BADM4s
http://www.youtube.com/watch?v=l5_O1lMwrtQ
http://www.youtube.com/watch?v=kW_hwEQzXDo
http://www.youtube.com/watch?v=z_p1sFng25k
http://www.youtube.com/watch?v=-aT__MQI6to
http://www.youtube.com/watch?v=ObwFaP74DrE
http://www.youtube.com/watch?v=sm5BKth1PZk
http://www.youtube.com/watch?v=w6WLGPtluvQ
http://www.youtube.com/watch?v=k1qL4kY7FUs
http://www.youtube.com/watch?v=ae0g1pfRz3E
http://www.youtube.com/watch?v=Jd0vYJ2Ukv8

En fin... (saludos a Shazam, que nos mantiene al día de lo que otros prefieren callar).

Misterios fotográficos (Esta mañana me he levantado...)

El otro día, un conocido del pueblo (Eslida, Illinois) le dio una antigua foto a mi padre. Se la había encontrado tirada por ahí y, al verla, no pudo contener la sorpresa: el hombre que aparecía en ella tenía sus mismos rasgos fisionómicos.

Pero no tenía ni la más mínima idea de quién podía ser ese hombre. ¿Un bisabuelo? Además, la foto estaba tomada, al parecer, en Francia. ¿Tendríamos alguien de la familia viviendo allí, o de viaje, o algo?

En fin, si alguien por casualidad conoce a alguno de los participantes de la foto, estaremos encantados de saber quién es.

La foto:



1.6.07

Divagaciones con la luna (Esta mañana me he levantado...)

Volvía de un estúpido viaje relámpago al pueblo a causa de un ensayo que no tenía. Me acompañaba en mi camino de regreso el Doctor Divago, con su "Camino de regreso":

Todos los negativos de mi futuro
que esconde el destino,
se positivarán,
alguien lo revelará.

Mis pensamientos se fueron hacia algunos amigos que me habían comentado su preocupación sobre el futuro. En concreto, los de algunos amigos fotógrafos. «Tengo que pasarle esta canción», iba pensando, cuando surgió a poca altura sobre el mar una enorme luna anaranjada, con un halo rojizo que inundaba las delgadas nubes que intentaban taparla ridículamente. Un poco más abajo, las luces de la civilización regaban todo el contorno marítimo hasta donde se perdía la vista, dejando intuir la curvatura de la superficie terrestre.

Así que llegué a casa y me puse a escribir todo esto, hasta que no supe cómo continuar y, sencillamente, lo dejé ahí.