27.5.07

Lo que tiene que pasar (A veces pasan cosas)

Lo que tiene que pasar para que comience a creer en la política es relativamente fácil.

Aquellos que ostenten un puesto político y derivados se autoasignarán el salario mínimo interprofesional.

No habrá oposición: los partidos que no resulten los más votados se dedicarán a la propuesta estudiada de mejoras para el lugar. El prestigio de cada partido no vendrá dado por los insultos que profiera al partido en el poder, sino por la calidad y cantidad de sus propuestas.

Tendrán que dejar de perder el tiempo con mutuas acusaciones. Ante un problema, deberán responder con las mejores formas para solucionarlo que se les ocurriera.

El partido ganador podrá disponer a su voluntad de los expertos en la materia de otros partidos, fusionando sin problemas ideas de bandos políticos dispares.

De hecho, tendría que dejar de existir la separación entre partidos; si realmente tienen como meta hacer prosperar un lugar, es incongruente que se vean incompatibles entre sí.

Aún diría más; lo que tiene que pasar para que comience a creer en la política es que dejaran de existir partidos. Que se concienciaran de que lo importante no es la ideología, sino las ideas.

Lo que tiene que pasar para que comience a creer en la política es que desaparezcan todos los aprovechados sedientos de poder y lucro, y tomaran las riendas la gente que realmente quiera tanto a su pueblo que no le importe quién esté a las riendas mientras busque la prosperidad de dicho pueblo.

No parece difícil.

26.5.07

Aquellas maravillosas series (Esta mañana me he levantado...)

¿Nunca te ha dado rabia tratar de recordar qué series veías de pequeño -o no tan pequeño-? Quizá esto te ayude (aunque algunos youtubenlaces estén retirados por los copyrights de los cojones).

He aprovechado para poner a bajar el último capítulo de "Els Guardians de la Galàxia", serie que siempre me gustó (ya por aquél entonces tenía un feeling extraño con Walter (Doc) Hartford, una especie de hacker con unos peculiares amigos virtuales que contribuyeron a darme la puntilla por los gráficos 3D).

Lalala... debería estar estudiando, y esas cosas...

24.5.07

El capullo

Era un capullo. Lo supe desde la segunda vez que le vi. Y eso porque decidí darle una segunda oportunidad.

21.5.07

Breve repaso fotográfico al nuevo invitado (Esta mañana me he levantado...)

Para no alargarlo más, aquí los greatest hits hasta el momento del relevo generacional:

-Imagen no disponible-

Usando sus poderes mentales para que le den de comer.

-Imagen no disponible-

Mirando al Infinito y más allá.

-Imagen no disponible-

Con su simpatía habitual

-Imagen no disponible-

¡De paseo!

-Imagen no disponible-

Pero se ve todo tan complicado ahí afuera...


Bueno, estas fotos ya tienen un tiempecito. Ahora está más mayor (el otro día me resolvió un par de ecuaciones diferenciales y me ayudó a atarme los zapatos), pero esas fotos las pondré... cuando aún sea más mayor :D

¡Hasta la próxima sesión con Supeeeeeeeer Hugooooooo!

16.5.07

¡Buenas noticias, muchachos! (Esta mañana me he levantado...)

Me encanta la positiva forma en la que el Farnsworth comunica las misiones suicidas a los chicos de Futurama. La verdad es que no sé por dónde empezar. Supongo que por el final, que es un lugar tan bueno como cualquier otro.

Mi perra tiene buena pinta. Nos ha ladrado al llegar, se ha meado en el comedor como protesta de nuestra ausencia, ha comido como si no lo hubiera hecho en la vida y su lengua es de un estupendo color rosáceo. Nada que ver con la tonalidad azulada que tenía anteayer, cuando empezó a asfixiarse durante la noche, y pasó una larga agonía hasta que el veterinario le hizo unas pruebas, le diagnosticó un tumor pulmonar, y estuvo al canto de una moneda de cinco centauros de ponerle la inyección letal. Al final decidimos que le pondría una de urbasone, por si fuera que alguna abeja le hubiera picado, o algo así. Si durante la tarde no mejoraba, la llevaríamos para darle el pasaporte.

Pero bueno, mejoró. Está sentenciada, pero en cierto modo, no hay nadie que no lo esté. La diferencia es que con ella tenemos una probabilidad bastante alta de saber el cómo.

La hemos encontrado bien, decía, al volver esta tarde a casa. No me gustan los funerales, siempre he dicho que preferiría asistir sólo al mío y porque me obligan.

El de mi abuelo no ha estado del todo mal. El pueblo irradiaba tranquilidad. Había una suave lluvia de plumitas blancas, semillas parecidas a dientes de león, cuya variedad desconozco. Parecía que nevara en pleno día, en un espléndido atardecer de suaves tonos azulados.

En la montaña cercana al cementerio, que había sido devastada por un incendio no hace mucho, comenzaban a brotar los primeros árboles, llenando el horizonte de un bonito verde. La temperatura era perfecta.

En el aire resonaba el piar de algunos pajarillos volviendo a sus nidos, sólo acompañado del suave rugido del motor del coche que llevaba el féretro ante nosotros, y algunas conversaciones de la gente de la comitiva.

Casi todo el pueblo estaba allí para despedir a un hombre del que sólo puedo decir que era un trasto y muy simplote. Cualidades que, afortunadamente, parece haber heredado un servidor.

El lugar donde descansará su chasis da a unas vistas fenomenales del pueblo, que está precioso en primavera. Estoy seguro de que le habría encantado. Ciertamente, toda una alegría para la vista, y una alergía para el olfato.

No estará en la misma tumba que mi abuela, temporalmente. Dicen que la parte donde está ella puede estar algo deteriorada y no soportar más peso, que puede que se hunda. La verdad es que no los ponen juntos porque seguro que empiezan a discutir, como hacían de costumbre.

Se termina así toda una generación de mi familia, pero ya hay relevo para cada escalafón. Mis padres son los abuelos; mi hermana, la madre; y mi queridísimo pequeñajo (cada vez menos) y recién bautizado Hugo (del que subiré fotos pronto, espero), el retoño.

Mi madre se ha tomado en serio lo de ser abuela, y se ha puesto las pilas con los achaques. Ahora mismo está recuperándose de la histerectomía que le practicaron la semana pasada por un cáncer de matriz, probablemente provocada por las mismas pastillas que se tomaba para tratarse de un antiguo cáncer de pecho (fin del modo House).

Pero todo ha ido bien, lo cual es de agradecer, dado que parece que en un par de semanas se nos ha juntado todo. Ojalá la calma que sigue a la tormenta sea lo suficientemente longeva como para coger fuerzas para el próximo vendaval.

Ah, saludos a esos lectores que me encuentran por casualidad, o no tan por casualidad. Un abrazo para todos, sed felices.

8.5.07

Silencio de corchea

Los silencios son tan música como el sonido.

Tienen tanta información como las palabras.

Ti, ti, tuu... el silencio asusta. El silencio precede al trueno.

El miedo al silencio, el horror vacui, fuerza a la gente a decir cosas que no necesitan. Sólo para acallarlo. Callar al silencio...

Ti, ti, tuu... pero también el miedo a decir las cosas provoca silencios, que otros rellenarán para acallarlo.

"Sólo en ocasiones eres un atisbo de lo que fuiste en tus mejores momentos", oyes si te quedas en silencio, escuchándote a ti mismo.

Ti, ti, tuu... también hay silencios buenos, en los que hablan las miradas, las caricias, los cuerpos. El silencio que precede al orgasmo. Estertores de pequeñas muertes.

Un silencio de corchea. El Universo en silencio por un instante.

Ti,

ti,

tuu...