7.5.06

El Genio

Apareció un buen día, detrás de la barra de un bar.
—¿Qué desea? —Preguntó al primer cliente de la mañana, que acababa de entrar.
—Póngame un café con leche y un cruasán.
—La gente de este tiempo es muy fácil de contentar —pensó, justo antes de concedérselo y desaparecer.

1 comentario:

Daniel Ripollés dijo...

Solo se me ocurre un calificativo: ¡genial!