15.3.24

Punto azul pálido

Un mundo natural

Miles de especies
en frágil equilibrio:
hay que cuidarlas.


Un mundo entero

De las Marianas
a la línea de Kármán,
todo en tus manos.


Un mundo real

Punto azul pálido,
con tus luces y sombras
eres fantástico.


Un mundo irracional

Guerras y brujos,
fantasmas, credos, ritos:
monos con ínfulas.


Un mundo racional

Invierte en ciencia,
avanza la Humanidad,
salva el planeta.


Un mundo imaginario

Star Trek en mente.
Gaia solo es tu base.
Sal de la Tierra.


Un mundo complejo

Ciencia y creencias,
yates, hambre, obesos...
Mucho por hacer.


Estos scikus participan en la iniciativa Café Hypatia.

26.2.24

Sentido crustáceo

El arácnido ya estaba pillado, así que a mí me dieron la versión de Aliexprés. Sabía cuándo la cosa se iba a poner mal, pero justo en un punto en el que era incapaz ya de enderezar el asunto, o donde solo conseguía empeorarlo: me daba cuenta de que no llevaba las llaves de casa encima justo cuando empujaba el tramo final de la puerta para cerrarla; que quería coger una cucharilla más al cerrar el cajón de los cubiertos de un caderazo, bajando la mano a la vez que lo hacía y consiguiendo pillarme dolorosamente los dedos; que necesitaba los archivos que estaba a punto de eliminar para siempre mientras la señal nerviosa viajaba a toda velocidad hacia el dedo que bajaba para hacer click en el «sí»; que acababa de confundir la leche con el zumo de piña mientras lo echaba al vaso con cacao en polvo, o el vinagre de módena con la salsa de soja para aliñar la ensalada que me había llevado veinte minutos preparar. Veía con claridad el trompazo de mi hijo en el momento de dar la voltereta, ya sin margen de intentar impedir o amortiguar siquiera el impacto.

A veces lograba oír mi propio «¡NO!» justo mientras llevaba a cabo la acción fatal definitiva que me complicaría los próximos minutos, horas o días. Probablemente era el superpoder que merecía, pero desde luego, no era el que necesitaba.


Este microrrelato participa en la iniciativa Divagacionistas.